La utilización de la toxina botulínica se encuentra a la cabeza de los tratamientos con fines estéticos realizados en nuestro país. La corta duración del procedimiento (de la intervención), la práctica ausencia de dolor asociado, la escasa necesidad de cuidados post-tratamiento (baja complejidad de la fase post operatoria) y su cada vez más asequible coste hacen de ella una de las prácticas estéticas más demandadas.
Sus orígenes se remontan a la década de 1950, cuando se descubrió que la inyección de una pequeña cantidad de toxina botulínica podía relajar un músculo temporalmente, y posteriormente se reveló su uso terapéutico en el estrabismo (capacidad de descruzar los ojos cruzados). Sin embargo no fue hasta 2004 cuando su uso fue aprobado en España (realmente su uso en patología se aprobó en España en 1992. En 2004 se aprobó su uso estético).
Contrariamente a lo que muchos creen, no es un relleno de arrugas, sino que las elimina gracias a su capacidad de relajar los músculos responsables de las mismas. Como curiosidad, indicar que el Bótox también se utiliza en casos de sudoración excesiva, así como para tratamientos de estrabismo, bruxismo, cefaleas y espasmos musculares.
Veamos a continuación las preguntas más frecuentes alrededor de este tratamiento:
1- ¿En qué consiste exactamente?
La toxina (no por ello necesariamente tóxica) se administra en su dosis adecuada mediante inyecciones practicadas con agujas muy finas a nivel intramuscular o subcutáneo, logrando una relajación del músculo donde se inyecta.
2- ¿En que zonas se administra?
Actualmente en España su uso con fines cosméticos ha sido aprobado para el tratamiento de las arrugas de expresión de la zona del músculo frontal, el entrecejo y la zona peri-orbitaria, comúnmente conocida como patas de gallo.
3- ¿Su aplicación es dolorosa?
Únicamente se percibe una leve molestia que dura muy pocos segundos. Asimismo, se puede usar una crema anestésica media hora antes así como aplicar hielo para insensibilizar la zona.
4- ¿En qué momento se aprecian sus efectos?
Si bien se ven de manera gradual, los resultados comienzan a hacerse visibles unas 48 horas tras su aplicación, manifestándose de forma plena al cabo de unos 10 días tras el tratamiento.
5- ¿Qué duración tiene su efecto?
Dependerá de cada paciente pero, por norma general se mantendrá entre 3 y 6 meses, desapareciendo de forma progresiva.
6- ¿Qué efectos secundarios tiene asociados?
Pueden generarse pequeños hematomas en la zona en la que se ha practicado la inyección. La alergia al producto es muy rara, aunque hay que tener precaución en alérgicos al huevo por su contenido en albúmina. Es de vital importancia que lo aplique un especialista oculoplástico o un profesional formado específicamente, capaz de diagnosticar correctamente al paciente y determinar en qué puntos administrar el producto, así como el número de unidades más adecuado.
7- ¿A qué edad es más recomendable su administración?
Los años no tienen por qué marcar el inicio de un tratamiento como el bótox sino más bien las necesidades de cada paciente con las particularidades de su rostro y de su piel. Además la toxina botulínica también puede utilizarse con fines preventivos.
8- ¿Si se deja de aplicar, revertirán los efectos y saldrán más arrugas y más rápido?
Nunca aparecerán más arrugas por dejar de ponerlo. El proceso de envejecimiento seguirá en el mismo punto que antes de iniciar el tratamiento y si se lleva a cabo de forma adecuada lo hará conservando una apariencia natural.
9- ¿Existe un límite máximo de sesiones?
No es malo realizarse cuantos tratamientos se quiera siempre y cuando que se cumplan los plazos recomendados entre cada sesión.
10- ¿Qué cuidados hay que realizar tras la operación?
Se recomienda mantener la cabeza erguida durante las 4 horas posteriores. Asimismo, no se puede tomar aspirina para no provocar hematomas ni realizar sesiones de sauna o acceder a espacios muy calurosos durante los días siguientes.