Los problemas de tiroides suelen ser la causa más frecuente de exoftalmos. Esta patología se conoce como exoftalmos tiroideo u orbitopatía tiroidea.
Afecta principalmente a mujeres de 40 a 60 años con hipertiroidismo, aunque puede ocurrir también en pacientes hipotiroideos o en personas sin enfermedad tiroidea. En hombres es menos frecuente pero más severa. La orbitopatía tiroidea puede aparecer incluso antes de haberse diagnosticado un problema de tiroides.
SÍNTOMAS DEL EXOFTALMO TIROIDEO
Los primeros síntomas oculares son habitualmente leves e inespecíficos. Incluyen:
- mayor sensibilidad al viento y al sol
- sensación de sequedad ocular
- enrojecimiento
- lagrimeo
- intolerancia a las lentillas.
Suelen presentarse unos meses después de la afectación tiroidea, aunque pueden aparecer más tarde o incluso no aparecer. De hecho, no todo paciente con hipertiroidismo tendrá problemas oculares.
A medida que el cuadro va progresando el paciente puede presentar además:
- dolor ocular
- dificultad para enfocar objetos, especialmente en la lectura
- visión doble
- edema y bolsas en los párpados, sobre todo por las mañanas.
Generalmente se ven afectados ambos ojos, aunque de manera asimétrica.
La enfermedad presenta dos etapas bien diferenciadas, una fase inicial activa o inflamatoria, y otra inactiva o de secuelas. Una vez iniciada la patología, el período de actividad puede durar desde pocos meses hasta dos años. Pasado este tiempo, la inflamación suele remitir y la enfermedad estabilizarse. Una vez alcanzada la estabilidad es poco probable que el proceso se reactive, aunque cada paciente puede tener una evolución diferente.
TRATAMIENTO DEL EXOFTALMOS
El tratamiento del exoftalmos dependerá de cuál sea la causa que lo produce:
- En el caso de que exista una lesión detrás del ojo, el tratamiento será quitar esa lesión si es posible. Lo más frecuente son las malformaciones vasculares o tumores benignos (los malignos son más infrecuentes). Cuando estos tumores producen problemas en la visión, visión doble o exoftalmos, se suele recomendar la cirugía (generalmente se suelen llevar a cabo haciendo cortes por debajo de los párpados de forma que quedan ocultos) y se pueden quitar de forma segura.
- Si se debe a un problema de tiroides, lo que se suele hacer es una descompresión orbitaria, una cirugía en la que se hace más grande la órbita (el espacio óseo en el que están alojados el ojo, los músculos y la grasa) para que estos elementos se recoloquen en los senos paranasales o en la fosa temporal y el ojo vuelva hacia dentro. Esta cirugía se lleva a cabo con anestesia general. La intervención consiste en ampliar la capacidad volumétrica de la órbita, actuando sobre las paredes óseas de la misma.