La lágrima es un elemento esencial para garantizar el buen funcionamiento del sistema visual ya que lo protege, le aporta nutrientes y oxígeno y lo hidrata. Debemos tener en cuenta que la película lagrimal, además, mejora la calidad visual.
Las lágrimas se producen de forma permanente en las glándulas lagrimales y esta producción puede aumentar ante agresiones externas (cambios de temperatura, cuerpos extraños y/o motivaciones psíquicas). El aparato lagrimal es una de las estructuras perioculares anexas de protección ocular junto a los párpados y la conjuntiva.
Problemas del aparato lagrimal
Podemos hablar de problemas que afectan a la lágrima y de patologías o enfermedades que afectan directamente a alguna de las estructuras del aparato lagrimal.
1.Problemas que afectan a la lágrima: Los principales trastornos relacionados con la película lagrimal son el ojo seco (alteración de la superficie ocular por insuficiencia cuantitativa o cualitativa de la película lagrimal) y el lagrimeo excesivo o epífora, que puede deberse a diferentes causas.
2. Problemas específicos del aparato lagrimal: Las enfermedades más comunes son:
- Problemas que afectan a la glándula lagrimal: anomalías congénitas, dacrioadenitis o tumores o glándula lagrimal inflamada.
- Problemas que afectan a los puntos lagrimales y canalículos: agenesia, disgenesia y estenosis u obstrucción.
- Problemas que afectan al saco lagrimal: dacriocistitis, dacriolitos y tumores.
- Problemas que afectan al conducto nasolagrimal: sobre todo, su obstrucción.
Para abordar estos problemas del aparato lagrimal, los médicos oftalmólogos especializados en oculoplastia realizan diferentes pruebas diagnósticas, como los sondajes o la dacriocistografía, y emplean diferentes tratamientos o técnicas quirúrgicas, como la dacriocistorrinostomía (sobre todo para las obstrucciones).
¿Por qué se produce el lagrimeo excesivo o epífora en el adulto?
El lagrimeo de ojos constante y excesivo, también conocido como epífora, puede deberse básicamente a dos motivos: un exceso en la producción de lágrima o una anomalía en su drenaje (es decir, puede deberse a un desequilibrio entre la producción y la eliminación de la lágrima del sistema ocular).
El sistema de drenaje de la lágrima tiene su inicio en los puntos lagrimales, los cuales se continúan con una serie de conductos (canalículos, saco lagrimal y conducto lacrimonasal) y desembocan en las nariz. En cualquier punto de todo este trayecto la vía puede sufrir una obstrucción. Las causas son múltiples: traumatismos, inflamaciones, tumores, farmacológicas, edad,… Al estar obstruida la vía lagrimal la lágrima se desborda del párpado y se produce el lagrimeo.
La dacriocistitis, uno de los problemas más frecuentes
La dacriocistitis es la inflamación del saco lagrimal, una de las partes del aparato lagrimal encargada de la evacuación de las lágrimas hacia la nariz. Esta inflamación se corresponde con una infección aguda o crónica en la zona y suele afectar únicamente a un ojo (es unilateral), aunque puede producirse en ambos. La dacriocistitis puede afectar a niños recién nacidos (la infección se produce en el momento del parto o se debe a una obstrucción congénita de la vía lagrimal) y a mayores de 40 ó 50 años con mayor incidencia en el sexo femenino.
Tratamiento de la dacriocistitis aguda
El tratamiento de la dacriocistitis aguda consiste en dispensar medicamentos antibióticos (por vía oral o por vía intravenosa), antiinflamatorios y/o analgésicos para evitar complicaciones y frenar la infección. Si se ha formado un absceso, puede ser necesaria su incisión y drenaje quirúrgico del material retenido, si este existe.
Si el tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios no funciona o si la dacriocistitis se cronifica, es muy común que el especialista en oftalmología opte por la cirugía, pudiendo utilizar diferentes técnicas quirúrgicas. El procedimiento más empleado es la dacriocistorrinostomía, que consiste en la creación de un nuevo conducto para el drenaje del saco lagrimal y la nariz.